Pues bien, en un principio éramos conocidas. Nos unía una persona maravillosa y muy importante tanto para ti como para mí. Con el paso del tiempo empezamos a conectar más y más, tanto laboral como sentimentalmente. Y digo bien lo de sentimentalmente, pues hemos vivido pérdidas importantes, y ahí hemos estado.
Te admiro Magdalena. Igual soy muy pesada, pero cuando nuestro ángel Mercedes me llamó por teléfono (el día 14.04.2013 a las 10.15) y me contó el acto tan emotivo, yo lo viví como propio y me emocioné. Me alegré como si hubiese sido algo que me había pasado a mí.
Por eso ya quiero terminar, pues me estoy emocionando. Quiero que sepas que allí donde se encuentre tu padre, se sentirá el hombre más feliz del... bueno, de donde esté. Y muy orgulloso de su hija.
Muchos besos.
Alicia Luján.
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